Friday, December 30, 2016

1. Aún me sorprende la poca profundidad de los sentimientos y valores de las personas, no de todas, pero al menos de quienes me importaron. Así en pasado. Porque hay personas que al final, nos dejan de importar.
2. El amor no muere, sólo se va.
3. Era el 19 de noviembre de este año, tenía frío y casi no dormí desde las 4 am que entré a la celda. Al llegar la mañana, la otra chica salió de los separos y me quedé. Sentí algo que jamás había sentido y que creo que cualquiera puede tener miedo: soledad. Era una especie de frialdad entrar muy adentro desde la boca del estómago hasta el pecho, una necesidad impresionante de que Reynol me abrazara. Y ahí lo supe: No me quiere. Jamás lo hizo.
4. Entonces fue ahí que el amor se salió de mí, todo. 
5. Algo ridículo que recuerdo de él fue que cuando estábamos en los ojos de Tizoc las primeras veces que salimos, me dijo que era un idiota el otro chico con el que salí, lo ridículo es que lo que él juzgó aquel día, vino convirtiéndose en eso. 
6. No hay hombre que no pise a su sombra sin darse cuenta que la luz brilla tanto para sí, como para la sombra. 
7. Este año digo adiós a dos personas que no deseo con el corazón: una es él, otra una antes de él. 
8. Estoy contenta y ansiosa de iniciar esto nuevo que viene :)

Saturday, November 19, 2016

1. Después de un largo proceso administrativo donde luego escribiré al respecto.
2. Estuve 8 horas en los separos de la Alameí por una falta administrativa, mientras estuve encerrada en un espacio frío, de un solo color, con bancas incómodas, y donde no pude dormir muy bien por el frío, sólo me acordé de él. De esa pequeña parta de mí que es el corazón, me doy cuenta que es leal y fiel a mi pezuña, pero también debe ser realista: él no me quiere como yo a él.
3. Lo doloroso no fue la alergía, el pasar frío, el saber que mis viejos estén preocupados, cansados, y que tuve que pagar una multa de casi 8mil pesos sin tener una remuneración ahorita que me ayude a pagarlos. Lo doloroso es que hay que dejar ir, cuando no se es querido, aunque uno quiera tanto a una persona.