Saturday, November 29, 2008

A manera de riesgo, escribo esto, con sinceridad y sin esperar nada. Porque si los valientes mueren de algo, es por ser puñetas. Y así soy yo, tengo pizca de las dos…

Podría seguir con un comentario, como: qué gusto que seas un buen lector, ya ves, también a mis lectores les dedico algún post y uno que otro río de mierda. Pero, ¿qué gano yo con meterme con tu orgullo y tus impulsos y contestar tu mensaje de texto? ¿Qué gano con tratar de mandarte una risa de sarcasmo o alguna chingadera? Sí la verdad es que ese post, debo reconocerlo, fue un corazón roto y ardides, porque no sentimos lo mismo (hablando de tiempo atrás). Oye, tengo que recuperarme, jamás pensé que fueras a leerlo, si hubiera querido, te lo hubiera mandado con especial dedicatoria. No te juzgo. Eres a la única persona que me importó interpretar, a la única que aunque no lo creyó jamás, por mi comportamiento, quise de verdad. Lo hice, eh, no hubo duda jamás en ello. Fuiste el verdadero amor de mi vida, hasta ahora vida, y nadie me quita la idea de ello.
“Me falta orgullo y no tengo dignidad” eso decía siempre, pero ya el tiempo me los dio, así, que por eso no contesto, la verdad es que todos tenemos días así, impulsivos, de lecturas y de errores. Cuídate y saludos también. Isa.