Sunday, September 03, 2006

La líbido, pinche palabrita que me tiene mirando al techo donde tengo colgada a la señora luna, un títere de madera egipcio que Juan me regaló. No tengo líbido, ¡changos! Ni un deseo sexual que se me aparezca de repente o intencionalmente buscado en las diferentes web del tío Torbe o en algún cuento de Bukowski, en el recuerdo de algún cuerpo sensual que haya manoseado o en alguna masturbación bien hecha alone o acompañada.
Txi ki txi ki. Ni en mi apasionado y sexy amor platónico del Andy de los Ret hot chilli peppers. Estoy tremendamente desorientada y tumbada mirando al techo donde tengo amagada a la señora Luna, quien espera una sesión bondage.
Los terremotos no destrozan, la gasolina no enciende, los huracanes no descarapelan todo, y yo estoy tumbada en la cama, completamente sin ningún deseo de hacer nada. Buh.