Sunday, May 28, 2006

¿Será coincidencia? Porque llovió, porque el tiempo parece largo, cuando ha sido realmente corto. El encuentro. La etiqueta.
Reprobé las nomenclaturas en química cuando estaba en la prepa, perdí hasta la clasificación de los libros en la biblioteca, Sí I, este libro es f3267, va después del f3266, no en la hilera del f9000, y es que nunca he sido buena para las etiquetas, pero no he negado y negaré que me dan confianza, reposo, y alivio a la incertidumbre del futuro. Llegué del trabajo y estaba con su novia, ¡changos! Celos no sentí, dolor, talvez un poco, si el dolor es como un hilillo caliente que corre de la tráquea hasta el estómago, entonces sí sentí dolor. Luego me dijo, que eso era porque yo no etiqueté la relación, me lo dijo la mañana siguiente cuando se levantó por leche y me la había acabado y ella se veía por la rendija que hacía la puerta en el espacio de su habitación, con el brazo colgando de la cama y los tacones que abrían ese espacio de puerta. ¿Yo? ¡Cómo iba a etiquetar algo que no daba muestras de pertenecerme! Me gusta la libertad, tomé unas hojuelas de chocolate y me salí a hacer la maleta, pensando que no se puede reclamar algo que no se tiene. Reproches. ¿se perdieron las piezas? O ¿queremos etiquetarlas cuando ya se han perdido?, encontré la llave de su casa con un recadito, no volví. Antes de perder la etiqueta del libro, me gustaría leerlo, antes de reprobar el examen de química, me gustaría estudiar esas nomenclaturas, antes de perderte, me gustaría tenernos. Y ayer el viento olía a lluvia, y quise decirte sobre lo que pensaba, porque ya no soy un corazón en fuga, y quedarme para tener cómo llamarte y cuando me llames, responda a tu llamado que me gusta tanto, por eso casi siempre te digo que sí: ¿qué vas a hacer el próximo domingo? Nada. Vamos a tirarnos en el zacate.