Thursday, December 01, 2005

De la muerte de ficticios amores regios No.1

De asco terminal después de soñarte con ese peinado vaquero que deja el sombrero con forma de cerro de silla. Y maldigo, maldigo, maldigo tus ojos norteños que matan y cogen a la vez. Porque así es la mirada norteña, fija, directa al iris del ojo. Trancazo de vaquero fresa sin su caballo deportivo con sound round de música electrónica. Y muero por cantarte al oído el corrido de Monterrey, mientras ato tu cuello al filo de mi nueva navaja. Qué chulo eres condenado, tanto que me apeteces morir de asco terminal.