Friday, November 04, 2005

Inaudito lo que se hace por un comentario

Desde que inicié mi blog, al principio tenía la idea de seguir con la literatura, pero después de retorcidas cuentas, sólo me dediqué a tenerlo de terapia, una sociable y amigable. De poner todo en mi testamento, antes de morir, antes de levantar mis ovarios y decidir seguir siendo una guerrera y no la típica enferma egocéntrica afectada por los conocimientos de las ramas de humanidades, en especial, de la literatura. Por aquí han pasado lectores de todo, desde mi amigocha la rata mayor que se roza con la caca grande de la literatura en México, mi hermano con sus mejores deseos, Wweeggee que se ha convertido en un amigo, Paty Vulpes y sus astutos comentarios, Ana Vulpes, ojos, mentes amigas que van y vienen que de repente se dan la vuelta y se acuerdan de este Testamento como muchos más que me gustaría comentar rápidamente: ángel, Sony, Félix, Zoe, El Selenita, Polly Jane, G, Kar, etc. Nombres que se atreven a dejar un comentario que lo agradezco, y también personas que no los dejan y pasan y ven, miran o leen. Gracias por sus comentarios, gracias por ser espontáneos en el instante, gracias muchas gracias a los compañeros de los blogs, porque un blog se ha vuelto parte de nuestra vida, un lugar para compartir, un lugar para decir, preguntar, responder y hacer hilos entre ustedes humanos detrás del ordenador. Gracias nuevamente por el respeto al dejar sus comentarios que no son un copy paste como esos borgs, basura publicitaria que ya está siendo utilizada para llamar la atención. Inaudito lo que se hace por un comentario.