Wednesday, June 22, 2005

Tan pinche

Pinche tan pinche, pinche tan pinche me siento yo…
Rola de Armando Palomas que me levanta el ánimo. Y qué pinche. Tan pinche cuando no quise despedirme de Dinorha cuando se fue de México, cuando vino y no entendía su embarazo. Subimos a la montaña rusa, se vio el vómito caer como superman. Se detuvo el carro, bajó y se fue corriendo a los baños de la feria. Corrí tras ella con la mirada seria de su hermano, que vio una carnosidad pequeña en su vientre, una bolita tibia que se va formando con algunas protuberancias que serán extremidades, extremidades que desconoce su familia de cerrados valores.
No suelo escribir de Dino, porque hay un karma en mis textos, escribo de alguien y se va, ella siempre está aquí, como estaba ahí, tirada en el porche de su casa, triste, no pude irme, no la dejé en ese momento, no sabía qué decirle y opté por acariciarle la cabeza como me la acarició en la laguna del carpintero cuando tenía ausencia de Gustavo.
Pinche tan pinche me siento yo, al dejar nada en Monterrey, al dejar una sarta de nada y un hilo de personas, de objetos, de emociones y de tortugas de diferentes tamaños y materiales.