Sunday, January 30, 2005

DOS DE MI SUEÑOS

06af1[1]

A veces olvido lo que deseo, dos de esas cosas se vuelven sueños. Siempre sueño en blanco y tonos grises, un sueño repetitivo, tal vez recurrente: un gordo que se hace flaco y el flaco que se vuelve otra vez gordo. Sólo deseo conocer a Chavela Vargas antes de que muera, oirla cantar en vivo e irme con la mitad de mi familia (mi hermano Juan, un saludillo para ti) a Canadá.

LUCHAS EXTREMAS

perrito

Cuando vi la película de Amores Perros, pensé que la lucha de perros no existía, sólo me quedaba con la idea de la carrera de galgos que organizaba mi tía Cana en la frontera, luego conocí aun tipo que resultó ser mi vecino a dos cuadras, entrenador de perros, vendedor de coca cola, representante de fieras y con calzones de gatitos. Realmente me impresionaba la manera en que se pescaban los perros del hocico y no se soltaban hasta dejarlo despedazado, los pelos erizados y llenos de sangre, les daban calentadas antes de meterlos a pelear, los golpeaban y les daban de beber sangre para que dizque entraran con hambre. Ayer, abrí los ojos, Luchas extremas, metaleros que se golpean el cuerpo con luces de neón, caen en las cuerdas de alambre con púas, y después de una buena arrastrada, van a las butacas y se toman su cheve. Las peleas son cada dos meses, cambian de lugar, estaré al pendiente de la próxima. ¡Ajúa, arriba el norte, la sangre con cheve y lo que me falta por conocer!